El México actual como el resto del mundo atraviesan por una época de grandes cambios que afectan, ya sea directa o indirectamente a millones de personas. Primeramente, el discurso acerca de la sexualidad ha sido modificado recientemente transformando su carga moralizante a tal que grado que no sólo se ha desprendido de la procreación, sino que ha adquirido legitimidad y es ahora una dimensión de la personalidad individual (Bozon, 2005). Por lo tanto, se le atribuye un carácter expresivo y maleable. Las practicas sexuales condenadas social y legalmente en el pasado, son ahora parte de las opciones que las personas tenemos a nuestra disposición y practicamos según nuestras preferencias, forma parte de nuestra vida privada.
Una aportación relevante dentro del estudio de la diversidad sexual, fue propuesta por José Joaquín Blanco, a través de su ensayo “ojos que da pánico soñar” que publicó en el diario Unomásuno, el 17 de marzo de 1979, donde plantea un acercamiento al tema de carácter no esencialista, manifestando que:
La homosexualidad, como cualquier otra conducta sexual, no tiene esencia sino historia. Y lo que se ve ahora de diferente en los homosexuales no es algo esencial de personas que eligen amar y coger con gente de su mismo sexo, sino propio de personas que escogen y/o son obligados a inventarse una vida […] independiente, en la periferia o en los sótanos clandestinos de la vida social.”(Blanco, 1979)
Por otro lado, Alberto Legorreta, promotor cultural, durante la presentación del programa de actividades del Festival de Cine y Teatro Gay 2009 afirmó que en los años recientes la sociedad ha transformado su percepción con respecto a la integración de la cultura gay en todos los ámbitos de la sociedad. Por ello, destacó la importancia de ampliar los foros de expresión para dar cuenta de manifestaciones que actualmente conforman un gran mosaico cultural. Explicó que uno de los propósitos de festival es “promover el entendimiento y también respaldar a grupos que han sido marginados por sus preferencias sexuales y que incluso han sido blanco de la violencia”.
La sexualidad es un fenómeno social, entre otras cosas, porque es histórico, cambiante y sólo definible en el contexto de una cultura; desde ese punto de vista es un “artefacto” (Minello, 1998), de acuerdo con esta aportación puedo afirmar que la sexualidad se vive de acuerdo como es permitido por la cultura donde cada persona se desenvuelve. En México, nos encontramos heteronormados, y por lo tanto, no hay un lugar legítimo dentro de la sociedad para quienes no resulten heterosexuales.
Como hecho sociocultural la sexualidad contemporánea esta fuertemente influida por el feminismo, la liberación sexual y la construcción de la identidad y el orgullo gay y lésbico. Estas nociones cuestionan los modelos de organización de la vida privada socialmente establecida…En este sentido, la construcción de pareja como una de las formas de expresión erótico-afectivas de las relaciones gay y lésbicas, ha ido ganando cada vez más presencia dentro de la subcultura gay, a pesar de la oposición de ciertos sectores sociales y gobiernos por aprobar leyes que den un estatus legal a este tipo de uniones (Gallego, 2010).
A pesar de los esfuerzos de las minorias sexuales por lograr legitimizar las relaciones de pareja entre el mismo sexo, hace falta lograr muchos cambios dentro y fuera de lo que Althuser nombró aparatos ideólogicos de estado: familia, religión,política y escuela. Pero a pesar de lo anterior a la fecha, aunque siga sin alcanzarse la igualdad de derechos para todos, es innegable aceptar que “la identidad de los homosexuales (reprsentando a la diversidad) como grupo de medios económicos y programas de acción política se ha fortalecido” (Nuñez, 2009).
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